El viernes reciente, Cristina Álvarez, la consejera de la Moncloa responsable de numerosas comunicaciones relacionadas con la vida privada de Begoña Gómez, se presentó ante el magistrado Juan Carlos Peinado para testificar. Se le había asignado la función de apoyar a la esposa del presidente en asuntos tanto públicos como personales.
Álvarez testificó en el Juzgado de Instrucción Número 41, en Madrid, en calidad de testigo. Esta cita judicial se dio después de que se revelara su participación en correos electrónicos que abordaban temas como los másteres y una cátedra extraordinaria en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), instituciones con las que estaba vinculada Gómez.
La asesora llegó al tribunal con 30 minutos de antelación, escoltada por un abogado, aunque ingresó al recinto por su cuenta, dada su condición de testigo. Hasta la fecha, cabe mencionar, otros tres testigos que comparecieron ante el magistrado terminaron siendo imputados.
La citación de Álvarez como testigo se produce tras la expansión de la investigación para incluir una querella presentada por Hazte Oír, la cual denuncia la presunta malversación del software de la UCM y acusaciones de intrusismo en la creación de especificaciones técnicas para la contratación de servicios de asesoramiento técnico.
De acuerdo con información obtenida por Europa Press de fuentes judiciales, Álvarez comunicó que mantiene una relación de larga data con Begoña Gómez, quien personalmente la contactó para unirse a Moncloa como asesora y persona de confianza.
Declaraciones y Confesiones
Álvarez enfatizó que sus responsabilidades las reporta directamente a la señora de Pedro Sánchez. Cuando se le preguntó sobre su proceso de selección, indicó que no hubo tal, sino que fue el resultado de una invitación directa por parte de Gómez.
La consejera comenzó su labor en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno en julio de 2018. Destacó que su papel como secretaria personal incluía gestionar la agenda completa de Gómez, abarcando tanto los asuntos privados como oficiales.
Enfoques sobre la relación con la Complutense
Álvarez detalló que gestionaba todos los aspectos de la vida de Gómez, desde la seguridad hasta el protocolo, pasando por informes y contactos diversos. Los polémicos correos formaban parte de estas responsabilidades, señalando que los asuntos institucionales se organizaban a través del correo oficial de la Presidencia.
Durante el interrogatorio, reveló que atendió gestiones con Reale a petición de Gómez, para asegurar el patrocinio de la cátedra que dirigía en la UCM, considerándolo un “favor” por la amistad que las une.
Con respecto a sus interacciones con la UCM, confesó tener conversaciones con Juan Carlos Doadrio, quien le pasaba mensajes para Gómez. Además, dijo que a menudo se le incluía en copia en correos que no eran de su interés, simplemente para facilitar la organización de la agenda.
Otras revelaciones durante la declaración
Álvarez admitió no recordar todos los correos, reuniones o la agenda completa de Gómez, mencionando específicamente que no recordaba encuentros con ciertos ejecutivos o reuniones relacionadas con la dirección del África Center.
Finalmente, en otra parte de su declaración, mencionó que el juez Peinado solicitó su número de teléfono pero no su dispositivo móvil. Asimismo, el magistrado aprovechó la ocasión para imponer sanciones disciplinarias a varios abogados por declaraciones realizadas a la prensa.