Víctor de Aldama, quien es señalado como el principal implicado en el denominado ‘caso Koldo’, ofreció su testimonio ante el Tribunal Supremo, reafirmando que existían acuerdos preestablecidos con varias constructoras sobre la distribución de obras públicas. Además, reveló que Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, había demandado el pago de 15.000 euros a Koldo García, por entonces asesor en el Ministerio de Transportes, después de que una operación en la que Cerdán estaba implicado se viera interrumpida. García, visiblemente molesto por la situación, insultó a Cerdán denominándolo despectivamente como «electricista de mierda».
Declaraciones ante el Supremo y la Audiencia Nacional
Durante su declaración ante el magistrado Leopoldo Puente, que se extendió por un lapso superior a tres horas, De Aldama compartió detalles sobre el conflicto. Esta comparecencia ante el Tribunal Supremo se suma a una previa en la Audiencia Nacional, donde el caso fue inicialmente tratado por el juez Ismael Moreno antes de que la competencia fuese transferida al Supremo.
En su primer testimonio en la Audiencia Nacional, De Aldama describió cómo Cerdán reaccionó con ira cuando se enteró de la interferencia en su “cupo”, lo que lo llevó a solicitar a Koldo García una remuneración económica. Esta última transacción se habría efectuado en un bar enfrente a la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz, donde García entregó a Cerdán un sobre conteniendo los 15.000 euros provistos por De Aldama.
El descontento de Santos Cerdán
Según lo relatado por el empresario en su más reciente declaración, la molestia de Cerdán habría surgido tras el fracaso de un acuerdo con la empresa Acciona, lo que provocó que el figurado como ‘número tres’ del PSOE buscara a García, para recordarle de manera enfática que era un asunto de su incumbencia.
La respuesta de Koldo García
Ante los hechos narrados por Aldama, se dio a entender que García, también afectado emocionalmente por el conflicto, había amenazado con confrontar físicamente a Cerdán en la sede del PSOE, refiriéndose a él en términos peyorativos debido a la tensión generada por la exigencia de pago.